Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como universo

CLAUSTRO.

Imagen
Como he de deciros que incluso pensar que el universo tiene límites me da claustrofobia.  Saber que viajando a esa lejanía casi infinita me encontraré con una pared quizás elástica y permeable como una pompa de jabón, y yo desesperado por salir, agitado, con los ojos desorbitados tratando de salir de lo que para mi objetividad es un espacio reducido. A qué se deberá esa angustia. -Siempre me pregunto.  Estuve en mi nacimiento más tiempo de lo debido en el coño de mi madre.  Folló mi padre a mi madre en el octavo mes de gestación y fue de mi observación el monstruoso capullo de mi padre acercándose hacía mi en embestidas cada vez más cercanas, expulsando aquella inmundicia lechosa cercana a mi rostro. No recuerdo que en mi pubertad me pasará ningún acontecimiento extraño como a mi hermano Demetrio, abusado por una cuidadora del Izabal, que mantenía apretada su cabeza y boca abierta  sobre su coño y le decía que la lenguara como si fuera un caniche entrenado comecoños.  Demetrio decrecid

COSAS MUCHAS Y CON TANTA PACIENCIA AL ATARDECER.

Imagen
Cuando era niño leía libros de aventuras. Tuve una infancia relativamente feliz. Aparte de algún penerasta tocándome debajo de la barbilla, y un barbero que me sobaba los genitales dándome caramelos de palo sabor a fresa mientras agitaba con el meñique mi minúsculo pene debajo de los pantalones cortos. No tuve mayores incidencias en mi desarrollo psíquico. Eso sí. Vi innumerables veces a mi madre de rodillas, sumisa, delante de mi padre. Los recuerdos no me torturaron por esos actos familiares. El daño fue nimio. Estuve varios años pensando que mi madre oraba hablándole a las caderas de mi padre, siempre se santiguaba cuando suavemente empezaba a chupársela. A veces hacía un calor insoportable, y había unos atardeceres gloriosos. Tanto como el universo podía enseñarme. Tan inmenso todo que daba miedo.