ME.
A
veces intento escapar de mi compañía y lo consigo sólo por unos
instantes. Huyo de la cocina a altas horas de la madrugada, mientras
él queda allí medio adormilado. Es imposible la huida si no es de
forma extremadamente sigilosa. Lo consigo quizás hasta el
entresuelo. Salir a la calle solamente una vez sin él. Me da mucha
pena al ver sus ojos con esa tristeza mirando hacía la puerta.
Siempre retorno para verlo allí, sobre sus brazos, moviendo los
labios, dándole vueltas y vueltas a lo mismo dentro de mi cabeza.
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