Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

AÚN PUEDES SEGUIR VIVIENDO.

Imagen
THERMOMIX Ayer me compré una Thermomix. Sentí un impulso extraño y tuve que salir a comprarme una Thermomix. Ya estaban a punto de cerrar las tiendas. Me había tomado mi ración de  Quetiapina. Llegué con mi Thermomix envuelta en papel de regalo. Me gusta comprarme cosas a mi mismo. Está atardeciendo de eso doy fe por el color del cielo, un rojo que fue apagando su belleza. No tenía fresas, ni manzanas, ni una triste naranja. Me dije, joder, para qué me compré una Thermomix. Ya estaba la noche ahí, tan profunda como un tunel. Por la ventana no había luz a pesar de una hora más de vida. Fue emocionante desenvolver la Thermomix. Le dije al de la tienda, tú me la envuelves en papel de regalo , me hacía ilusión. Y ahora era emocionante. Hice la ceremonia (era un protocolo). La coloqué en el salón de estar, sobre una pequeña mesita, al lado de un butacón. Sí, la dejé allí. Me hice el despistado, di varias vueltas por la casa, me duché, me afeité, cosas banales. Al entrar en el salón, despué

COMO MI SUEÑO.

Imagen
Teníamos una parra medio muerta, desecada, llena de sarmientos mal agostados, dos manzanos donceles, tres cerezos gordales y un sauce llorón muy desparramado, al fondo de la huerta había dos mimosas que lindaban con la carretera. Cuando llegaba la primavera aquello se ponía muy lleno de flores y olía a dulce, si no fuera por la cuadra de los cerdos que estaba al lado. Cuando se abría la cuadra de los cerdos todo aquello era irreal, olía a corrala de cerdo, y a conejos, que también había conejos que estaban todo el día jodiéndose unos a los otros. Cuando llegaba la noche en primavera aún está frío, pero tiene ese tono limpio que es púrpura y que si no hay luna sólo se ven estrellas y el borde de las montañas, lo otro es materia oscura y bombillitas como luciérnagas que parece parpadean, no es que parpadeen exactamente, es que al moverlas el viento, en la lejanía, te parece que se modifica el tenue de la luz, quiero decir que en la distancia la luz es discontinua. Eran otros tiempos, tod

ARROZ BLANCO.

Imagen
Ella cuando llegaba a casa siempre me preguntaba que había hecho con todas las horas.Siempre era lo mismo, me preguntaba eso, y lo revisaba todo. Todo eran las cosas que teníamos, no muchas cosas. También me olía, a su forma. Yo lo sabía. Cuando alguien te huele sin que te des cuenta. Habían pasado un grupo de gaviotas sobre las ventanas del bajo cubierta y habían bombardeado tres cagaditas que se quedaron desparramadas como lágrimas. En la terraza se habían abierto tres margaritas. Las manzanas que estaban en un balcón se habían curado aún más. Cuando hice la cama quedaron tres pliegues a eso de la mitad, si le trazabas una diagonal, esa era la mitad. Le dije que por la mañana había estado en el infierno. Le dije que había bajado unas escaleras de caracol. Le dije que el abismo que veía era inabarcable, quiero decir que no se veía el fondo según bajaba, y quiero decir que cuando llegué al fondo no había nadie, aunque sentía voces

CANCIÓN SIN MÚSICA.

Imagen
No quiero tú asqueroso cuerpo, deseo tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Te lo dije, si abres las puertas del cielo hay una escalinata, cientos de vírgenes haciéndose dedos. La Sagrada Concepción chupándosela al cuerno de la luna. -Cristo lleva una mochila de explosivos- Te lo dije, deseo tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Ya no escaparás de mí, ya nunca más, en mi está tú fin. No quiero tú asqueroso cuerpo, dame tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Ya no hay más poemas de amor escritos en la tapa de un libro. Ya no habrá más amor, ni más sexo insatisfecho. He ofrecido tú alma al mismo Belcebú. Allí, donde mora el rey de las tinieblas se hizo el espacio. Allí, donde el rey de las tinieblas se abanica se hizo el tiempo. Allí, donde el rey de las tinieblas reposa se inventó tú muerte. No des más caricias, prepárate. He ofrecido tú alma al mismo Belcebú. Será tú cuerpo envejecido en una grieta, en los instantes de un hueco inexistente, en el filo de un cuchillo,

SOPALISTA.

Imagen
Estaba hasta los cojones de: El Caldo de Pollo, El Caldo de Pescado, El Caldo de Carne, El Caldo de Cocido, El Caldo de Escudilla, El Caldo de Jamón Ibérico, El Caldo de Verduras, El Caldo de Pollo bajo en sal, El Caldo Suave. Y se lo dije: Mira, Zulema, te voy a dar una hostia y luego te voy a partir el coño a pollazos. En el garaje me dicen que huelo a pluma. La taza humeaba hacía la lámpara de neón, había una arañita haciendo sus cosas, y tres mosquitos esperando a que nos durmiéramos. La tele estaba en la esquina hablando de Fukushima, - de japos con dos cabezas- y que el Zorro del Desierto había vuelto sobre las arenas de Libia, y no había amor. Solo caldo de gallina. A mi lo de la violencia de género no me gusta, no es el método. Mejor matarlas follando –tiene atenuantes si no eres muy hijo de puta-. Pero Zulema me quería tanto que siempre me daba caliente. A la gallina blanca le echan excitantes y conservantes que empiezan por E. Y me ponía lelo. Aquella noche sentí un fulgo

POSDATA.

Imagen
Si me la vas a meter por el culo, maricón de mierda, házmelo con suavidad. Ando deprimido, no quiero que me saques las bolas de los ojos. Yo podría metérsela a ella, tú me la metes a mí, y vamos a gatas a tomarnos un café a la Botica. Cogemos el autobús los tres, no se nota. Qué guarradas, tío. Meternos la mierda más hacía dentro, hasta la garganta, y luego comer croquetas de jamón. A mi me gustan más las ramitas de laurel antes de Semana Santa, huelen a esencias indescriptibles. Y los santos tapados de negro. Las salas de espera de los hospitales llenas de pelos por el suelo me dan nauseas. Y los hombres sin bazo. Las monjas con la regla. Los aviones llenos de pederastas. Las plazas de abastos con pescado de hace dos meses. Sabes, luego estaba ella, la que iba delante, una vulgar tortillera, no sacaba placer de nada. Aún le gustaban los azucarcillos con el café y el chocolatito en el plato. Se ponía unas cartucheras con unos mangos de varias medidas, metía debajo de la cama un tocadi

NUNCA DESNUDA, NUNCA.

Imagen
Yo a mi madre desnuda nunca la vi, de niño le veía los brazos, y sus largas piernas, y de cerca el cuello que abrazaba. Le veía un mandil hasta los tobillos, y unas zapatillas de goma, con un borde blanco por donde se metía unos calcetines muy gordos. Los caballos en el bosque andaban desnudos, los machos con su garrote entre las piernas, pensando, las mariposas iban desnudas, las terneras que no se tenían de pie, las culebras dejaban la piel para estar desnudas. Estaban desnudas las sombras de las personas, el cielo desnudo, las casas desnudas, y el pan de trigo se quedaba abierto en dos partes desnudas. La miel dentro de un cántaro vestida sólo de miel desnuda. Pero a mi madre nunca la vi desnuda, nunca desnuda, nunca. Yo de aquello recuerdo a los muertos vestidos, las palomas que salían de la boca de los muertos. Los escupitajos de vino tinto, las mujeres con niños cargados de leche hasta los ojos. Las tetas apretadas por manos diminutas en las cantinas. Y los olores de los árboles

ESTO QUE OS CUENTO YA NO EXISTE.

Imagen
En mi casa tengo muchas cosas, en mi habitación tengo muchas cosas, en mi baño no tengo muchas cosas pero está pintado de blanco. Tengo anaqueles con libros, y el sitio que queda en los estantes fui colocando muchas cosas: conchitas del mar, piedrecitas gastadas por el agua en forma de huevo, fotos, y muchas más cosas. Cuando cojo una cosa la miro y pienso por qué la puse allí, y cuando la puse, y si me trae algún recuerdo. Algunas veces quito el polvo de debajo de las cosas y hay una marca indeleble que ha dejado la cosa que estaba allí desde no sé cuánto tiempo atrás y que tiene la forma geométrica de la cosa. El espejo que tengo en el baño me lleva mirando hace muchos años, no podría decir cuántos. Y las paredes que nunca se volvieron a pintar desde que habito aquí tienen sombras y grietas que van en zigzag por detrás de los muebles. Cuando se forman las grietas dicen que las casas se mueven pero en realidad nunca me he enterado hacía dónde se movía mi casa. Tú ya no estás aquí conm

CAMINO ABAJO POR EL PENSAMIENTO.

Imagen
Una vez estuve escondido porque tenía miedo, pero no había nadie a quien tener miedo. Sucedía que era un espacio tan pequeño, incluso más pequeño que lo más pequeño que te puedas imaginar, para un hombre o para una mujer. Estar así es imprescindible para tener miedo. Objetivamente debes estar así para tener miedo. Otra vez alguien me dio un beso no sé quien fue ni a que hora. No recuerdo muy bien cual es mi nombre, incluso, si tengo que llamarme de alguna forma. Hoy está siendo un día excelente. Me levanté por la mañana y me encontré contigo cuando ibas camino abajo por el pensamiento. Tenías los ojos ligeramente pintados de azul como el domingo. Desayuné contigo, contigo me limpie los dientes, contigo me tiré la ropa encima. Y hubo un instante en que me atusaste el pelo, me ocurre cuando la imaginación es plena, al cerrar los ojos, como esperando que alguien llegue a coger mi mano. Me dije: Llegado el caso no sé de qué disfrazarme, no sé que piel de la semana ponerme. Quizás opte po

LOS MARES DEL SUR.

Imagen
Yo no deseo un todoterreno de gran potencia para subir a las montañas, y oradar caminos baldíos y hojas de abedul. Ni un coche de gran cilindrada para andar por la ciudad y aparcarlo en los solares de de las grandes verbenas. Saraos flamencos, grandes pocilgas ilustres. Politiqueos de mierda. O en asociaciones de garañones de puticlub. Quien más o quien menos todos somos algo hijos de puta. A mi lo que me gusta es leer la sombra de las muchachas en flor y hacerme una buena paja sobre las tapas del libro. Me jode que afeiten a los toros, y me entra mucho gusto, cuando por un casual, el cuerno va por el culo del torero, incipiente duodeno arrriba, hasta la misma vena del derecho y del izquierdo, que se joda. Yo no quiero limpiar un coche así con mi lengua y decirle a mi mujer que le pase el cepillo de la cocina. O una casa de dos plantas con bajo cubierta, y ventanales enrejados, y alarmas que saltan con el canto de los jilgueros. Y una parcelita para plantar enredaderas y un anexo pa

SOBRE MIS ENCÍAS.

Imagen
Comerme tú boca es como masticar bolas de sacarina. Cuando me pones los calcetines y me besas me sabes a pan blanco. Una vez tirabas hojas secas de geranio, y al estrellarse en la calle retumbaba a más de ochenta decibelios, y era que tú me limpiabas el culo, y aguantabas mis pedos. Los calcetines me los pones con mi pierna entre tus piernas, como a un niño que va para la escuela; y aún recuerdo cuando comíamos macarrones con tomate, y los geranios de la terraza tenían flores blancas, y las gaviotas volaban como efes dieciséis. Cuando me pones los calcetines estas vistiendo el cielo con nubes de colores. Cuando me cierras la camisa me cubres el alma, me tapas del frío. Cuando me cantas la pena mora y me pones una pernera y la otra pernera, y me tapas la piltrafa de mis huevos, es como si pusieras un celofán azul sobre el pico Aneto. Cuando me lavas los ojos, quitas una gorra de niebla de la AP6, Cuando me pones a cagar eres de los de Grenpeace. Cuando me limpias el culo estas dragando

NO HAY OTRA SOLUCIÓN.

Imagen
Se dice: ha tocado fondo, hasta el fondo. El fondo es eso que parece que nunca se acababa, has llegado hasta el fondo sabes donde está, a partir de ahí no hay nada, debes emerger del fondo. O quedarte allí para siempre, no hay otra solución. Todo son bocas. Yo veo bocas abiertas. Solares donde se pierden los perros. Gusanos en forma de hombre o mujer. Acostados a las doce de la mañana en la misma entrada que ayer. Un día pudieron haber amado. Un día rieron. Un día sintieron. Muchos días lloraron. Se dice: casi ha tocado fondo, le queda hasta el mismo fondo. Pues eso, pamplinas, simplemente te la envainas y te aguantas. Me viene ese nombre de siempre, pones (so) delante y luego detrás lo que quieras. Había salido de casa a las siete de la mañana y al volver al anochecer no me abría la llave, que meto la llave, la llave entra de esa forma en que entran las llaves cuando no quieren entrar, no giran, no giraba, y me digo, esta soputa me ha dejado tirado en la calle. Se comenta, caer de la